El reloj del fin del mundo. El tic-tac aún está sonando.

Años previos a la II guerra mundial, experimentos en alemania revelaron el poder de la fisión de los átomos, y desde entonces, y no necesariamente con el tema de la guerra como excusa, las potencias emprendieron lo que sería conocido después como la "carrera por la creación de la bomba nuclear". EE.UU lanzó el Proyecto Manhattan dirigido por alemanes, en especial de origen judío; la Alemania Nazi, el Proyecto Uranio, que se vería afectado después por la toma de los Soviéticos, en la batalla de Berlín, de un centro importante de investigación; y la URSS, la Operación Borodino, que se retraso mucho por no poseer la cantidad necesaria de Uranio para la investigación y realización.

Este escenario que se generó entorno a esta peligrosa "carrera" puso en vilo al mundo entero, la amenaza de ataques con el uso de esta arma parecia inminente, y ante esto, un grupo de científicos pertenecientes al grupo del Proyecto Manhattan lanzaron, en respuesta, el "boletín de científicos atómicos" (BAS, por su siglas en ingles). Este boletín tenía como principal objetivo informar a la población sobre el peligro que significaba esta carrera. Esto fue en el año 1945 pero no fue, sino, hasta el año de 1947 que  aparece en portada por primera vez la imagen del profético reloj del juicio final, creada por la artista Martyl Langdorf, esposa de un psicólogo del Proyecto Manhattan,  quien se le engarco generar un dibujo que contenga, en concepto, el objetivo del boletín.

La intención era generar una idea de peligro inminente al recortar la imagen de un reloj, y mostrar solamente la parte superior izquierda, con el objetivo de centrar más la mirada a las manecillas que casi llegan a la "media noche de la existencia del hombre". Pero, no fue, sino, hasta el año de 1949 que surge la idea de mover las manecillas del reloj, acercarlas o alejarlas, en respuesta a la situación del escenario político referente al peligro de la existencia del hombre en la tierra. EL reloj se muestra asi como un elemento de "referencia" para entender lo resonsable o irresponsable del comportamiento del hombre, pues solo se mueven las manecillas en función de sus acciones, no en función de cuestiones naturales, pero, aún así, lo más lejos que nos hemos encontrado de nuestra propia autodestrucción, según este reloj, es de 17 min en 1991 cuando EE.UU y rusia se comprometen a desmantelar gran parte de su arsenal nuclear.


Desde 1949 que se empieza a mover las manecillas, el reloj a experimentado hasta el momento (2010) 19 versiones, llegando a ser el momento más crítico en 1953, cuando EE.UU y la URRS crean y prueban sus bombas de Hidrógeno. A lo largo de su trayectoria prediciva el reloj a marcado en 5 ocaciones 7 minutos  para la "medianoche", siendo el minuto más repetido (para ver los cambios con detalles, entra aquí). Los personajes encargados de mover sus manecillas son científicos, de los cuales la gran mayoría a recibido el "controvertido" premio Novel.





Antes del 2007 el reloj reservaba su marcación a eventos internacionales relacionados con los eventos nuclares de destrucción. Pero después de esta fecha se abriría su alcanze a todo tema que pueda poner en riesgo la existencia del hombre, como el calentamiento global -una amenaza sin enemigo-, y las nuevas tecnologías científicas relacionadas con la vida- aunque esta última de manera indirecta.

Stephen Hawking (2007): "Como ciudadanos del mundo, tenemos la obligación de alertar a la opinión pública de los riesgos innecesarios que vivimos cada día, y de los peligros que prevemos si los gobiernos y las sociedades no actúan para inutilizar las armas nucleares y evitar un mayor cambio climático",

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Hoy (2010) el deloj marca las DOCE menos seis. Tic-Tac-Tic-Tac...